Esta página está dedicada a todas las tripulaciones de reemplazo embarcadas en la fragata F-81 Santa María.
DIANA, DIANA, DIANA
Santa María Buenos días, arranchado de literas y aseo personal.
La Salve Marinera
Salve, estrella de los mares,
de los mares iris de eterna ventura
salve fénix de hermosura
madre del Divino Amor.
De tu pueblo a los pesares
tu clemencia dé consuelo
fervoroso, llegue al cielo,
hasta Tí, hasta Tí nuestro clamor.
Salve, Salve, estrella de los mares
Salve estrella de los mares
Sí, fervoroso llegue al cielo
y hasta Tí y hasta Tí nuestro clamor.
Salve, Estrella de los mares
Estrella de los mares,
salve, salve, salve, salve.
Franco de ría : expresión que significa permiso para los marinos y que se remonta a los tiempos antiguos de la Marina en que los marineros que disponían de permiso tenían que llegarse en bote a puerto franqueando la ria desde la embarcación fondeada en la costa Franco de paseo : expresión que significa permiso para los marinos para bajar a tierra pero volver a dormir a la embarcación. Babor y Estriborde guardia : orden que significa tomar puestos para la maniobra de llegada o salida a puerto. Zafarrancho de combate: orden que significa a los puestos de combate durante una operación de ataque o defensa.
Hombre al agua : orden que significa tomar puestos en la maniobra de salvamento cuando un miembro de la tripulación a caído a la mar. Petroleo en la mar: orden para que la tripulación se prepare para la maniobra de repostaje de combustible y provisiones durante una travesía proviniente de otro buque. Trozo del Helicóptero: orden para preparar la maniobra de salida o llegada de el helicóptero. Alarma de impacto: sonido que ordena prepararse para recibir un impacto de misil o torpedo en un area determinada del buque. Alarma de colisión: sonido que ordena preparse para la colisión con otra embarcación.
Alarma de incendio: sonido que ordena tomar puestos en la maniobra contra incendios.
Oración al ocaso
ATENCIÓN DOTACIÓN, ORACIÓN:
Tú, que dispones de viento y mar,
haces la calma la tempestad.
¡Ten de nosotros, Señor, piedad!
¡Piedad, Señor, Señor, piedad!
SANTA MARíA BUENAS NOCHES
LA MUERTE NO ES EL FINAL
Cuando la pena nos alcanza por el compañero perdido, cuando el adiós dolorido busca en la fe su esperanza.
En tu palabra confiamos con la certeza de que Tú ya lo has devuelto a la vida, ya lo has llevado a la luz. Ya lo has devuelto a la vida, ya lo has llevado a la luz
ORACIÓN A LOS CAÍDOS
Lo demandó el honor y obedecieron,
los requirió el deber y lo acataron ,
con su sangre, la empresa rubricaron,
con su esfuerzo, la Patria redimieron.
Fueron grandes y fuertes porque fueron
fieles al juramento que empeñaron.
Por eso, como valientes lucharon.
Por eso, como mártires murieron.
Inmolarse por Dios fue su destino,
salvar a España, su pasión entera,
servir en el Ejército, su vocación y sino.
No pudieron querer a otra Bandera,
no quisieron andar otro camino,
no supieron morir de otra manera.
VIDA A BORDO:
"Canción del Pirata" por José de Espronceda
Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en el mar rïela,
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Stambul:
Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
A la voz de «¡barco viene!»
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.
En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna entena,
quizá en su propio navío.
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Manual del Marinero
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